Snarky Puppy en Tiny Fest Chile: Un viaje de pulsaciones y descubrimientos
- Lukas Cruzat V.
- 8 sept
- 2 Min. de lectura
Cristian Zuñiga | Lunes de septiembre de 2025
Fotografías: Sebastian Umaña
Síguenos en todas nuestras redes sociales como @allaccesscl
Tiny Fest 2025 se realizó en dos fechas inolvidables: el sábado 30 de agosto con Kamasi Washington y este domingo 7 de septiembre con Snarky Puppy, quienes llegaron al Teatro La Cúpula para cerrar la segunda edición del festival.
La jornada abrió con Valentina Maza, artista interdisciplinaria formada en viola y arpa, que en los últimos años ha expandido su lenguaje hacia la composición y producción electrónica. Su propuesta, donde confluyen música contemporánea, instalaciones y danza, la llevó a obtener el Premio Pulsar 2025 a Mejor Álbum de Música Electrónica. A continuación fue el turno de Antonio Monasterio Ensamble, sexteto chileno que entrelaza el jazz con diversas músicas del mundo desde una perspectiva actual. Con giras internacionales incluyendo Asia y el Premio Pulsar 2024 al Mejor Artista Jazz Fusión, se han consolidado como una de las agrupaciones más sólidas y visionarias de la escena nacional.
La agrupación estadounidense subió al escenario para ofrecer un concierto que fue más que un recital: una descarga sensorial y emocional, donde la conexión entre músicos y público alcanzó un nivel poco común.
Snarky Puppy es una banda de jazz fusión liderada por el bajista Michael League, formada en 2004 en Estados Unidos. Su propuesta combina jazz, rock, funk y músicas del mundo, y a lo largo de su trayectoria han ganado cinco premios Grammy, consolidándose como uno de los proyectos más influyentes de la escena contemporánea.
El setlist fue un recorrido amplio por distintas etapas de su catálogo, desde la apertura con “While We’re Young” y la frescura de “Grown Folks”, hasta la energía expansiva de “Xavi”, el virtuosismo contagioso de “Take It!” y la fiesta rítmica de “Tio Macaco”. Inmediatamente después, “Sleeper”, que mantuvo la tensión y el pulso.
Lo más especial de la noche estuvo en la presentación de canciones de su próximo disco Somni (a publicarse en noviembre). “Waves Upon Waves”, lanzada como single hace pocos días, sonó como un pulso renovador; mientras que “Only Here and Nowhere Else” y “Chimera” desplegaron una inmediatez fresca y directa, confirmando la inquietud creativa que mueve a la banda. En vivo, estas composiciones funcionaron como un laboratorio sonoro compartido, con el público chileno vibrando como cómplice de este nuevo capítulo.
El momento más emotivo llegó con “Gracias a la Vida”, interpretada junto a la artista chilena Pascuala Ilabaca. Un puente entre culturas, un homenaje a la raíz latinoamericana y un instante de comunión profunda que se cantó y se sintió en español, reforzando el vínculo especial con la audiencia local.
Cada tema fue un estallido de texturas y dinámicas, un ejercicio de “extrema estimulación musical” donde la improvisación y la precisión se entrelazaron con naturalidad. El cierre con “What About Me?” confirmó la potencia inagotable del grupo y la fuerza de una música que trasciende fronteras y etiquetas.
