Eros Ramazzotti: Romanticismo, el fútbol y la vida misma

Por Homero Ramírez L. | Domingo 4 de diciembre de 2022

Fotografías: @el.eme

En pleno desarrollo del Mundial Qatar 2022, cayó de cajón el nuevo tour mundial de Eros Ramazzotti, un hombre que vibra con la música pero que también se desvive por el fútbol. En el Movistar Arena, inmensas dosis de romanticismo pero también pildoritas del deporte que moviliza al planeta, el mismo al que le habría dedicado su vida el romano y eterno hincha juventino en el caso de escoger otro camino que el de su desarrollo como artista y máximo representante de Italia en los escenarios de los tiempos modernos.

El Movistar Arena, adaptado a la cantidad de fanáticos verdaderamente entusiasmados con el regreso del frontman después de 6 años de espera, vendió cada ticket y en algo más que dos horas se rindió a quien no deja de entusiasmarse con homenajear a la vida misma, a la que entrega la posibilidad de amar y entender a un otro como parte de uno.

Fotografía: @el.eme | Eros Ramazzotti | Movistar Arena, Chile | 04.12.22

Con el “Battito intinito” como bienvenida experimental para una cita imperdible, el 15° álbum de estudio encontró su espacio entre consignas como el estar “sediento de vida: por este milagro que todos llamamos vida”. Con “Donde hay música” se engancharon los fanáticos, que fueron prendiéndose a fuego lento. Y es que de entrada el ánimo del protagonista era de levantarlos a todos de sus asientos, pero lo iba a lograr bien entrada la noche del domingo.

Fotografía: @el.eme | Eros Ramazzotti | Movistar Arena, Chile | 04.12.22

En “Un emozione per sempre” quedó definitivamente establecido que no aquí no existen barreras de idioma y que en el concierto iba a sonar español, italiano… e incluso inglés. Con “Los últimos románticos” brotaron esos tonos más rockeros. “Soy” contó con Alejandro Sanz de estudio en el fondo, y “Piú che puoi” sirvió como carta de presentación para Monica, una de las dos coristas que con dulzura y entendimiento matizaron esa tan característica de Eros Walter Luciano: un tenor nasal, imponente, de fuerza imposible de desconocer.

Fotografía: @el.eme | Eros Ramazzotti | Movistar Arena, Chile | 04.12.22

“Estrella Gemela” lo vio a Ramazzotti en la guitarra, y con un fondo de estrellas se animó a unos solos extensos para el disfrute generalizado. Los estímulos estaban potentes: el saxofonista apostó por esas cualidades para improvisar y asentarse. El primer gran hit, indiscutido: “Si bastasen un par de canciones”, que provocó un carnaval de linternas y demostró al colectivo por fin en la edad de la soltura.

Fotografía: @el.eme | Eros Ramazzotti | Movistar Arena, Chile | 04.12.22

Tensión atrás, una acotación para los guardias que se mueven durante tiempo completo, los cuales abordados por un cariñoso “¿para qué?”. De lleno, no lograba entender las pasadas de un lado a otro de la gente de seguridad, con la que bromeó diciéndole a uno de ellos que llevaba mucha gomina en el pelo. Descontado cada nervio, mesa de 6 -a 3 guitarras- y la hora de los medleys. En primera fila estaba el Matador.

Fotografía: @el.eme | Eros Ramazzotti | Movistar Arena, Chile | 04.12.22

Invitado por Eros, Marcelo Salas coreó “L’aurora” en un muy decente italiano -que habla de siempre-, con el aplauso del público del #11 y el respeto mutuo entre dos que saben ser ídolos del otro, pero también amigos. El goleador de Chile jugó por Juventus, razón suficiente para encontrar su espacio en una noche brillante que estaba a punto de alcanzar su clímax.

Con "Fuego en el fuego" definitivamente todos se pusieron de pie, y entre que aparecieron los éxitos en español de forma sucesiva y el solo de saxo de Marco Scipione compitiendo en scat con un irreverente primer invitado, el cierre se asentó en la épica: más guitarra eléctrica gentileza de un Eros que la siente, "Otra como tú" con un cierre reggae en "No Woman No Cry", "Cosas de la vida" para que hasta el que se resistía comenzase a cantar en el renovado peak de la jornada, y el mayor ejemplo para entender al artista, "La cosa más bella", tras "Por ti me casaré", para así terminar de corear mientras se pudo homenajear a un colectivo potente con ejecución certera, una batería acorde a los pergaminos del celebrado Eric Moore -ex de Suicidal Tendencies- y el idilio entre el cantante y su Chile. En la Arena de Argentina le dedicó el evento a Diego Maradona, D10S, y al cruzar la cordillera no se bajó por ningún motivo del modo mundial sin dejar de lado el rock y el romanticismo.