Los chilenos urbanos de Lollapalooza se consolidan y sufren con el sonido

Por Homero Ramírez L. | Jueves 23 de marzo de 2023
Fotografías: Lukas Cruzat V.
Lo que producen los músicos de la escena urbana chilena en su público es euforia, ánimo por disfrutar al 100% y, cómo no, cercanía por letras que si bien por varios instantes convierten a sus conquistas femeninas en objetos también han sabido comenzar a dejar atrás esa práctica facilista que les acerca a sus referentes en el reggaetón caribeño.
Era imposible que no estuviesen en el #11 Lollapalooza nombres que revolucionan las plataformas de streaming musical por el interés generalizado de grandes audiencias, pero a primeras la gran deuda es mejorar el sonido, que ha fallado en múltiples ocasiones y ha entorpecido propuestas claras, que antes del festival supieron valerse en otros escenarios con éxito ganado.

Fotografía: @lukascruzat | Lollapalooza Chile 2023
Por ejemplo, durante el concierto de Pailita -que repasó sus hits “Ultra Solo” incluido y se acompañó de Marcianeke y Young Cister- el bajo sonaba completamente saturado, por lo que al ver el show de costado, como ha sido el caso del equipo de ALLACCESSCL, su voz (impecable) era entorpecida por la mesa que evidentemente sonaba más fuerte que su lírica.

Fotografía: @lukascruzat | Lollapalooza Chile 2023
El caso fue similar durante Young Cister, quien incluso cantó junto a su socio ‘Paila’ a dúo con un micrófono funcionando. Más dramático fue el cierre, al ritmo de “La Terapia”, donde no sonó nada más que la pista pues su mic estaba 100% apagado, un problema de coordinación en el escenario principal que derechamente no puede pasar. Lo mejor es que la gente igualmente enloqueció y bancó. Lo peor, que otra vez su voz fue opacada por la música y la pista pregrabada. Por suerte, cierta reivindicación: ‘Terapia’ Remix resonó en la hora de Álvaro Díaz, con el joven Cisternas en su peak.

Fotografía: @lukascruzat | Lollapalooza Chile 2023
Mejor suerte en cuanto a los temas técnicos tuvieron Cris MJ, Pablito Pesadilla y King Savagge, donde no se reportaron desperfectos y la fiesta en masa estuvo completamente asegurada. Al DJ lo acompañó El Jordan 23, que también se había subido a la tarima el viernes para “Na Na Na” con el magallánico que lidera las listas.
La escena chilena sigue creciendo y esa curva ascendente no tiene cómo bajar. Antes de ir en busca de responsables, es clave que puedan encontrar la forma de depender más de sí y menos de terceros. Por ejemplo, Pailita en el Festival La Junta deslumbró con instrumentos y una pequeña escapada del trap per sé a los ritmos más románticos. Una reformulación vaya que vendría bien, porque ya los toman todos en serio y han caminado a la consolidación en un terreno festivalero gigante.