YUNGBLUD: Rock que se refresca en el atrevimiento de querer darlo todo
- Lukas Cruzat V.
- 22 mar 2023
- 2 Min. de lectura

Por Homero Ramírez L. | Miércoles 22 de marzo de 2023
Fotografías: Lukas Cruzat V.
Escuchar el setlist de Dominic Richard Harrison en Lollapalooza Chile 2023 está completamente alejado de lo que ha sido la presentación. Las once canciones que interpretó el joven de Doncaster suenan más reposadas en estudio, se entienden como un rock comercial de look y presencia, pero todo eso hay que multiplicarlo por mil cuando lo ves saltar sin pausas, cantar desde el público, recibir a sus fans en la tarima, entregarse por entero y, por supuesto, desgarrar su garganta para que resuene en su escenario, el Axe, pero también en los otros rincones del parque.

Fotografía: @lukascruzat | YUNGBLUD | Lollapalooza Chile 2023 | 19.03.23
YUNGBLUD ha sido uno de los grandes aciertos de la undécima cita en territorio andino porque pese al atraso en la llegada de sus instrumentos desde Argentina, le molestó cero tener que competir contra los headliners de la noche (en su caso, The 1975) y adecuarse a una tarima pequeña, que no fue un impedimento para recorrerla de extremo a extremo con el ánimo de que se replicase el entusiasmo: pidió pogos y encontró respuesta y motivación, en “fleabag” se encaramó en la mitad de la reja para expresar su sentimiento, y un broken por naturaleza como él no sabe de filtros a la hora de contar desgracias personales -hasta sus consumos- pero volverlas hit y encantar al más pequeño de la familia. No es casual que brindara tequilazos con una joven, ni menos que le aceptara un peluche ¡y lo instalase en la batería! a un verdadero infante que de paso era cosplayer del artista. Abraza a los que hacen lo propio con él, se preocupa de los ahogados, reparte “te amo” y se los gana de regreso.

Fotografía: @lukascruzat | YUNGBLUD | Lollapalooza Chile 2023 | 19.03.23
A este paso, al británico le alcanza hasta para estrenarse fuera de festivales en el continente. Le sobra material para alargar el show, tiene primeras filas que le van a saltar todo y nuevos curiosos por aquel con fama de colaborador de quien no hay que olvidar su nombre artístico, ese que pasó de, en minutos, vestir como punkrocker a convertir la camiseta de la Selección de Chile en un crop -así como la de Messi en Baires- antes de “I Think I’m OKAY”, su collab con Machine Gun Kelly, y avanzar con un vozarrón en el álbum de cromas del rock que vive en ese atrevimiento por darlo todo en busca de convencer con esfuerzo en el trabajo de joyitas como “The Funeral”, “Tissues”, “Anarchist” y “Loner”, diagramadas en el under y compatibles con estadios, y las más exigentes instancias.
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