Un cálido regreso a casa: Los Bunkers por fin se reencontraron con su público chileno
- Lukas Cruzat V.
- 14 mar 2023
- 5 Min. de lectura

Fotografía: Pía Figueroa | Los Bunkers | Estadio Santa Laura
Por Bárbara Sherman | Lunes 13 de marzo de 2023
La aclamada banda nacional se presentó durante dos noches en el Estadio Santa Laura, en el marco de su gira de regreso “Ven aquí”, ante más de 30 mil fanáticos en cada jornada. Con un show que duró un poco más de dos horas y media, la banda oriunda de Concepción se reencontró con parte de sus fanáticos en Santiago tras una exitosa primera noche en el Santa Laura luego de un receso de casi 10 años, donde dejaron en incertidumbre si algún día volverían o no. Recordemos que durante “la pausa” salieron estos dos proyectos: López –integrada por Álvaro y Gonzalo López- y Lanza Internacional – compuesta en parte por los hermanos Francisco y Mauricio Durán-.

Fotografía: Ignacio Orrego | Los Bunkers | Estadio Santa Laura
Ahora volvamos al presente. Al igual que en la jornada anterior, los encargados de la previa fueron la artista nacional Cancamusa y el productor musical Marcelo Aldunate, clásico hombre de radio, quién se encargó de entregar un DJ set acorde a lo que se venía.
Cancamusa ingresó al escenario de forma puntual y deleitó con su ángel y talento desde el primer minuto. En un acotado show de 34 minutos, la artista nacional presentó canciones como “Sin miedo a la profundidad”, “Te conocí”, “Prometimos no hablar”, “Horas contigo” y “Decidí”, entre otras ante un público que saltó y aplaudió en cada momento.

Fotografía: Ignacio Orrego | Cancamusa | Estadio Santa Laura
Ya pasadas las 20:00 horas, fue el turno de Marcelo Aldunate en los controles. El público alentó y celebró cada canción que compuso ese Dj set, el que incluyó a The Beatles, Led Zeppelin, Los Prisioneros y Los Jaivas, entre otros artistas. Ya se estaba por agotar la espera.

Fotografía: Ignacio Orrego | Marcelo Aldunate | Estadio Santa Laura
Así fue como de manera prácticamente puntual, la agrupación penquista ingresó al escenario del Santa Laura ante la ovación de los más de 30 mil fanáticos que agotaron todas las entradas de esta segunda jornada y fue “Miéntele” la encargada de iniciar esta fiesta Bunkera. Durante la noche pudimos disfrutar de un gran listado de hits y clásicos de la banda, siguiendo con “Te vistes y te vas” Y “Yo sembré mis penas de amor en tu jardín”. Luego se dio paso a un par de covers extraídos del álbum Música Libre (2010), el cual homenajea al gran Silvio Rodríguez: hablamos de “Santiago de Chile” y “Quién Fuera”.

Fotografía: Ignacio Orrego | Los Bunkers | Estadio Santa Laura
“Olé, olé, Bunkers, Bunkers” gritaban desde las graderías del estadio. Y es que no cualquier día vuelve una banda que estuvo tantos años sin dar noticias y eso es algo que los fanáticos agradecen.
“Queremos dedicar la siguiente canción a los niños y niñas presentes hoy en el Santa Laura”, dijo Francisco Durán antes de pasar a “Una nube cuelga sobre mí” del disco Barrio Estación (2008), todo un clásico para quienes crecimos junto a la serie infantil 31 minutos. “Las cosas que cambié y dejé por ti” se hizo escuchar en el recinto ubicado en Independencia. Seguida de “No necesito pensar” y después, una sorpresa: “Ahora, una canción que ayer era más nueva que hoy –entre risas- y está dedicada a todas las generaciones más jóvenes. Es una invitación a que nadie les diga que no pueden ser lo que quieren ser”, mencionó Mauricio entre aplausos antes de interpretar “Rey”, último single de la agrupación.
“Ángel para un final” llegó con ese toque nostálgico que ya todos conocemos, en compañía de las luces de todo el Santa Laura, cortesía de los fanáticos que entregaron una atmósfera acorde a la ocasión. “Cura de espanto”, “Deudas” y “Nada es igual” hicieron retumbar el recinto, ante una fanaticada que no paró de saltar y corear cada uno de los clásicos que sonaron durante las más de dos horas y media de show.
“Hay canciones que nunca tocamos o, muy pocas veces. Y esta es una de ellas”, fue la frase con la que presentaron “Dulce Final”, la cual recién comenzaba y detuvieron de golpe porque desde los costados se necesitaba de ayuda. Así es como la agrupación, posterior a que se haya conseguido llamar al personal de urgencias, retomó la canción. Finalizaron pidiendo que se cuidaran entre todos porque esto era una fiesta y la idea era “pasarlo a toda raja”. Este fue el primer cambio en el setlist en comparación a la primera noche.
Ahora volvimos al Vida de perros (2005) con “Ahora que no estás”, donde el punto alto vino por parte de los hermanos Durán, quienes deleitaron con un crossover de solos de guitarra en medio de la canción. Se llegó a “La velocidad de la luz” y ahí es cuando apareció Mauricio Basualto con un bombo y caminó hasta el final de la pasarela junto al resto de los integrantes de la banda para interpretar una serie de canciones en un formato electroacústico. Aquí pudimos disfrutar de “Pequeña serenata” enlazada a “La exiliada del Sur”, “El detenido” –presentada como una de las primeras canciones con las que se hicieron conocidos Los Bunkers- y “Si estás pensando mal de mí”.
Ahí volvieron al escenario y agradecieron tanto a fans, como a todo el equipo que hizo posible este doble concierto. Intentaron rellenar conversando con el público, ya que la guitarra de Mauricio Durán estaba presentando unos inconvenientes y así fue que, para hacer más amena la espera, se lanzaron con un cover de The Beatles e interpretaron “Day tripper”, sin duda una gran versión improvisada.
El espectáculo continuó con “Fantasías animadas”, “Pobre corazón” y “Nada nuevo bajo el sol”. Y, tras esta tripleta de clásicos, llegó otra de las regalonas por su gran significado: “Canción para mañana”, sin duda el momento más emotivo de toda la noche, donde Álvaro López indicó que han pasado muchas cosas desde la última vez que tocaron, haciendo alusión al estallido social y todo lo que vino de forma posterior.
Siguió la lluvia de hits con “No me hables de sufrir”, “Bailando solo” –que fue una verdadera fiesta- y “Ven aquí”, canción que cerró la primera ronda de canciones. Así fue como se despidieron y bajaron del escenario, lo que claramente no duraría mucho, porque la gente los pedía a gritos. A los minutos volvieron y dieron paso al encore, no sin antes presentar a la banda. Es increíble la complicidad que se siente en el escenario y lo bien que convergen los sonidos del teclado y guitarras de los hermanos Durán, el compás que marca la batería de Basualto, el vibrante bajo de Gonzalo López y la electrizante voz de Álvaro.
Así esta nueva tanda se compuso de “El necio”, “Llueve sobre la ciudad” y “Miño”, clásico por excelencia que fue coreado al unísono y finalizó con el público gritando “Ídolos, ídolos” mientras algunos se marchaban. Ahí Álvaro interrumpe pidiendo que se quedaran, porque decidieron tocar una última canción, finalizando con “La era está pariendo un corazón”.
Estuvimos presentes ante un hito histórico de Los Bunkers, puesto que no todas las bandas tienen la oportunidad de volver a los escenarios con dos conciertos 100% sold out y un sonido impecable, que estuvo a cargo nada menos que de Chalo González, el mismo ingeniero en sonido que tomó esta labor, también, en el regreso de Los Prisioneros en el Estadio Nacional (2001). Sin duda estamos frente a una de las bandas contemporáneas más importantes e influyentes del país y hay para rato, ya que López cerró diciendo “Somos Los Bunkers y estamos de vuelta”.
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