


Homero Ramírez

24 abr 2022
Ritual Fest 2022: Chile y Argentina latiendo como un solo corazón
Fotógrafo: Lukas Cruzat
Periodista: Homero Ramírez
En un sábado estelarísimo, en el histórico Santa Laura el Ritual cerró otro mes de festivales en Santiago con una extenuante jornada de 13 horas de música latinoamericana con énfasis en dos países hermanos, que en el sonido se encuentran, abrazan y convierten en uno: Chile, el local, y Argentina, que aporta con calidad y la traspasa siempre que cruza la cordillera. Desde que Soulfia encantó a los madrugadores hasta que Ca7riel & Paco Amoroso encendieron una noche helada, exponentes que son una realidad y promesas para el futuro se las arreglaron para sobreponerse y borrar los asteriscos del comienzo de la jornada, cuando se cayeron como efecto dominó cuatro números que atraían bastantes fanáticos.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Soulfia
Sin minutos que perder Soulfia subió al Escenario Atacama con equipo de baile e instrumentista para recortar sus aplaudidas presentaciones de Lollapalooza y Fauna Otoño en honor al tiempo que los apremiaba a todos pero escogió con pinzas lo más destacado de su maratónica carrera y entre “Dolce & Gabbana”, “Malo”, “City Girls (Ring!)” y “Pantera” armó un karaoke inusual para los encargados de abrir la fiesta pero acorde a sus credenciales y popularidad en ascenso. La “Diosita” del pop chileno, voz privilegiada, no paró jamás de moverse y aún así el control de sus tonos de voz muy mutables se mantuvo en el nivel óptimo, su estándar y primer sustento.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Soulfia
Arte Elegante dio cuenta de su inmensa trayectoria en una presentación construida para el fan, con instrumentalización que rescata las raíces más profundas de un Chile de multidisciplina y discurso. Roberto Herrera apostó por agregarle bases folk, violines y trap a su rap de primera clase para los entendidos que le prestaron sus merecidos y constantes respetos.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Arte Elegante
Sin preámbulos, como se hizo costumbre, Perotá Chingó se reencontró con la capital chilena mientras el sol todavía no se disponía a aflojar. Como era de esperar, “Ríe Chinito” despidió una hora más emotiva y acústica que de costumbre y que se alzó como el primer ejemplo gráfico de que las cartas argentinas iban a intentar con argumentos pesados apuntar a la consagración y a salir en cada highlights del evento. El dúo se entiende tan bien como lo cuidan los seguidores, que pudieron trasladarse hasta un salón con intimidad y espacio para mujeres que saben exactamente cómo y qué fibras pueden sensibilizar.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Perotá Chingo

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Perotá Chingo
Él mató a un policía motorizado supuso un giro al indie rock con secuencias instrumentales más largas posteriores a las declaraciones archiprobadas de Santiago Barrionuevo, un frontman que en el bajo encuentra la herramienta clave para que el par de guitarras estilo noisey puedan sonar cómodas y confiadas en su contraparte. No faltó nada para un combinado de entrañable cariño en Chile. “Más o menos bien”, “Ahora imagino cosas”, “El tesoro”, “Chica de oro”. El éxito estaba asegurado y el mote de triunfadores no se lo pudieron quitar unos luchadores que están ad portas de su vigésimo aniversario y que dejó a toda la cancha con ganas de una séptima visita en todo su esplendor y con el abanico completo a disposición.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Él Mató A Un Policía Motorizado
Sin Bandalos Chinos todo habría sido diferente. Sin exagerar: todo. Entre el carisma de Goyo Degano, que toca con su ‘hermano’ Iñaki Colombo desde que eran colegiales, y una ráfaga de hits ultracantados por un cúmulo de petrificados y comprometidos fans que encontraron su peak en “Vámonos de viaje” y la intimísima “Demasiado” pero que supieron disfrutarlo al Goyo más suelto, con un look matador totalmente amarillo y rodeado de beccarenses de exportación dispuestos a ofrecer un show del más alto nivel porque la simpleza convertida en un relato integral no conoce sinsabores.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Bandalos Chinos
Es Miranda! mi amor. La frase la repitieron Ale y Juli a medida que caían como puñales en el corazón las eternas melodías de los dioses modernos del pop en español, que entre “Yo Te Diré”, “Perfecta”, “Traición”, “Mentía” y “Don” cambiaron el concepto cancha general por pista de baile aunque no en un dos por tres, pues sus más recientes proyectos se ganaron decoro pero en la hora de los clásicos explotó el mood de una banda que sí extraña a Lolo aunque se esmera por insertar a la guitarra de siempre en lo que hoy suena demasiado limpio y menos profundo. A estos genios siempre los van a sostener sus coros mundialmente popularizados.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Miranda

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Miranda
En la primera muestra de que Chile puede romperla en todo el planeta, boy pablo sintetizó en 60 minutos la carrera que han desarrollado con éxito los Muñoz -Nicolás, Esteban y Gabriel- en Europa, Norteamérica y el resto del orbe. La guitarra principal es del dueño de una voz privilegiada de un músico completo, quien aseguró que “Everytime” le cambió la vida y que presentó el LP “Wachito Rico” en su país de origen tras una espera sostenida. Era una fija: en vez de ‘mijito’ le corearon ‘wachito’, en un juego de marketing y compromiso con un artista que cocina jangle pop con su guitarra distorsionada que recuerda las propuestas live de Mac Demarco o Cuco, otro que se ganó una ovación porque bp le dio un lugarcito a “La Novela”. Aparte de tocar el piso en sus solos, darlo todo en “tkm”, terminar sin polera y generar una sumisión en la que toda la cancha se agachó para luego saltar con más fuerza que nunca, la mancomunión entre los presentes fue total y el dream team viajará de regreso a Europa 101% respaldado por su casa.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Boy Pablo

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Boy Pablo
L-Gante es otro que se va con las pilas recargadas de vuelta a Argentina, con el dueto con Marcianeke (“Toma”) pegando fortísimo y su agregado de Cumbia 420 en la memoria colectiva de cada asistente, que disfrutó pues allí la fiesta se encendió en serio y ya no quedaban espacios vacíos en galería ni en una explanada que se rindió al crack viajero que vistió La Roja de la Selección chilena con el estampado dorsal, cómo no, del cuatrocientos veinte. Y si Ele encendió en serio el fest con la Music Session #38 de Bizarrap, iban a hacer lo propio sus compatriotas Ca7riel y Paco Amoroso con la #3 en el final tan esperado como convincente, que se estiró hasta minutos antes de la una de la madrugada, cuando ya no quedaban más chances para volver a escena. El remate fue en el stage Antártica, pero la sensación térmica subió por default merced al par de micrófonos autotuneados y un teclado infernal. Como en todo el sábado, idilio y conocimiento de sobra de los featurings entre ambos y los cortos escogidos por los dos para que las manos se mantuvieran en el aire, así como también las linternas y la llama que no se iba a apagar hasta después de una base electrónica que remató una ensalada de estilos, otra de las razones para elevar al Ritual. Al Biza lo siguen esperando de este lado de Los Andes, y el público de Nicki Nicole en Lolla lo partió dejando en claro.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / L-Gante
Bomba Estéreo es otro de los calados entre el público criollo y “To My Love”, “Soy Yo” y “Fuego” lo han ratificado. Los destacados de la banda joyita de Li Saumet, que va de prime en prime, movieron hasta al más cansado y si había que “mantenerlo prendido” la misión no era compleja sino que lógica frente a las máximas de unos colombianos que hablan de empoderamiento, identidad y fiesta con técnica, esporas azules para arrancar y la mezcla de sonidos más experimentales de la velada sin olvidar a una Camila Moreno que temprano apostó por una línea renovada que hasta les ha permitido mutar hasta las bases de su discografía. Su fanbase desde luego terminó feliz.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Bomba Estéreo

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Bomba Estéreo
El número con el que Paloma Mami disipó cualquier duda sobre su rol en la escena de la nueva música chilena despidió a la gran masa del recinto principal de Plaza Chacabuco con una sensación de que al frente estaba una estrella con todas sus letras y apelativos disponibles. Ya tiene una plataforma dura en la cuál sostenerse la chilenita newyorker, su álbum “Sueños de Dalí” que entró en los corazones del territorio y se ganó la consideración de millones que la premian a diario con visitas y reproducciones descomunales en su contenido disponible en el streaming. Ahora los ‘paréntesis’ de Castillo son los hits con los que Sony la captó y la convirtió en su joya, léase “Not Steady” o “Fingías”. En SdD está el esqueleto y “Queloque”, “For Ya”, “Mami” o “Qué Wea” ha quedado en evidencia. La Palo, que interpretó fabuloso y sin errores en la respiración, perreó con sus fieles bailarinas y gracias a una producción de corte internacional ofrendó gráficas de categoría y luces para realzar su producto convincente y apto para competirle a la oposición que se pare adelante. ¡Hasta Ricky Martin salió en la pantalla (porque la reina de Chile incluyó “Qué Rico Fuera” en el set)! Con éxito seguro en Estados Unidos y México, es cuestión de tiempo y más música para que la Mami comience a acumular pasaportes para conquistar cada rincón.

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Paloma Mami

Fotografía: @Lukas Cruzat / Ritual Fest 2022 / Paloma Mami
Pese a que Pablo Chill-E, Polimá Westcoast, Harry Nach y Akapellah no participaron, y su ausencia resonó fuerte en algunos pagantes que devolverán su ticket, artistas grandes y otros con el anhelo y las razones para materializarlo elevaron a la trascendencia el concepto Ritual, que se va a recordar con nostalgia y que a decenas de miles debiese mantener en alerta sobre una eventual segunda edición en la continuidad de la vida de los conciertos post-coronavirus. La versión de la producción es clara, pese a que el Shishiboss acusó, en sus redes oficiales, trato denigrante: Pablo no quiso tocar en los escenarios pequeños y solicitó la noche anterior una ventana post Paloma que no fue aceptada, mientras que el venezolano tuvo problemas de visa y el acuerdo de Polimá y Harry se cayó a último minuto por la no presentación de ambos en sus agendadas pruebas de sonido. Más allá de filas estilo The Walking Dead para comida, en la cancha de Unión Española ganó la música... La chilena, la argentina, los oídos exigentes, el ánimo por celebrar a esas rolitas en español que tanto nos conmueven como nos llevan a delirar mientras alimentamos el alma a partir de la consciencia misma.
