Las lecciones que dejó el Primavera Sound Santiago 2022
- Lukas Cruzat V.
- 18 nov 2022
- 3 Min. de lectura

Viernes 18 de noviembre de 2022
Periodista: Homero Ramírez L.
Fotógrafa: Paz Olivares
El festival 'created in Barcelona' debutó en Chile. Y llegó para quedarse. Es que la primera edición del Primavera Sound Santiago superó con creces las expectativas de público cifrada de parte de la organización, y encima ha podido -gracias a su muy ambicioso cartel de artistas- conquistar a un target estimado desde los 25 años y ávido de lo más vanguardista.

Por la relevancia sorprendente que posiciona de inmediato al evento entre los grandes de la escena local, ALLACCESSCL tomó nota de los sí y los no del debut de PS gracias a la producción en conjunto de Rock STGO y el Team España. Esto, tras recorrer el parque completo durante las 3 jornadas:
El objetivo de curatoría musical se cumplió con creces. PS se caracteriza por anticiparse a qué artistas serán grandes porque el talento es natural, su curva es ascendente y/o el fanbase fuerte. Nombres como Beach House, Arctic Monkeys, Travis Scott, Lorde, Björk y Charli XCX demostraron la amplitud de estilos entre los headliners, hito significativo para encontrarse con una audiencia de decenas de miles.
Precisamente aquella virtud chocó con un tema crucial: ¿Vale la pena realmente un tercer día en Parque Bicentenario Cerrillos? La verdad es que, de momento, la lógica de "La Bienvenida" luce flaca. Y lo era tantísimo más días antes, cuando eran apenas 3 números y no la quincena que acabó presentándose alrededor de Beach House, el plato principal que en Brasil fue parte de la más condensada 2-day experience. Que todo terminara a medianoche y no en plena madrugada hizo imposible ver a Lorde y Bad Gyal, a Arctic Monkeys y JPEGMAFIA, o a Travis Scott y Caroline Polachek. Siempre hubo que elegir entre el mainstream y el techo alternativo.
La extensión del Metro hasta las 1 de la madrugada no dejó a los asistentes varados en el poniente de la capital. La Línea 3 y la Línea 6, junto con sus estaciones habilitadas, salvaron a varios de los miles que no fueron movilizados.
El hecho de comprar la comida y los bebestibles con efectivo o tarjetas sin la necesidad de cargar una pulsera o adquirir tokens agilizaba el proceso, por lo que el tiempo perdido de música se redujo considerablemente en comparación a sus competidores. Sí faltó comida cerca de los escenarios, sobre todo cuando se ponía el sol y alejarse de un show rumbo a los foodtrucks ya no era una opción para los melómanos.
Que los stages principales estuviesen de frente permitía no perderse un solo detalle de los conciertos principales. Correr siempre fue ameno para la masa porque además habían 5 minutos entre una banda y la siguiente, y elegir un espacio nunca pareció complicado.

El sonido, 10 puntos. La producción demostró estar capacitada para hacer sonar de manera pulcra a músicos bravos para oídos exigentes.
El venue, si bien es perfectible, ofrece mejores áreas verdes y sectores de sombra e infinitas posibilidades perimetrales. Parquemet entregó un cada vez más preparado recinto que ante próximos festivales lucirá mejor acondicionado.

Fundamentalmente el domingo hubo pequeños retrasos que provocaron shows muy cortos. El de José González y el de Travis Scott estuvieron lejos de cumplir con los minutos prometidos.
El escenario BITS interrumpió la paz del Santander por estar demasiado cerca. En José González y Mitski, por ejemplo, se escuchaban fuerte los DJs durante las canciones más lentas.
La lluvia no fue un impedimento para nadie. A la hora del temporal en Lorde, de principio a fin, en cuanto a lo técnico no hubo pifias ni situaciones de riesgo, pese a que el clima no daba tregua alguna. El momento más emocionante de todo el fest no se empañó porque la preparación para evitar problemas fue conducente a la circunstancia.
PS es parte de Chile. Y de Chile no se va.