Knotfest: El Mundial del metal en la perpetuidad de un Chile que arde

Por Homero Ramírez L. | Lunes 12 de diciembre de 2022

Fotografías de Lukas Cruzat V.

Por lo excelente que terminó, es una lástima que el comienzo de la historia no contase con la exacta suerte. Knotfest se esfumó con el Estadio Monumental lleno de familias y valientes, la cancha David Arellano agotando sus últimas fuerzas, Corey Taylor en medio de su enésima palabra en español (incluso cantando “cinco cinco cinco, seis seis seis” en “The Heretic Anthem”), el verdadero final del desahogo. Pero arrancó con Vended y problemas de sonido aunque con Griffin Taylor haciéndole saber a todos que puede ser el next-in-line -tal como Simon Crahan en la batería-, y Tenemos Explosivos, de envidiable potencia y enganche inmediato en el alma post-hardcore, pero sin Rama ni Weichafe. Estos últimos aseveraron que la producción supuestamente atrasada a mediodía los bajó para privilegiar la preparación de los shows internacionales en el par de escenarios dispuestos uno al costado del otro en las faldas de la Galería Arica.

Fotografía: @LukasCruzat | Vended | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Fotografía: @LukasCruzat | Tenemos Explosivos | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Sepultura fue capaz de llevar al calor extremo hasta el segundo plano con un heavy que despierta hasta al último de las puertas de ingreso, el mismo que ante la tentación corrió para meterse en alguno de los circle pits que florecieron naturalmente desde asumida la voz de Derrick Green como una invitación a sacudir tanto extremidades como el torso y la cabeza. Mr. Bungle, que irrumpió con su tercer concierto en cuatro días (a falta de la visita a La Serena), después de una poética procesión thrash metal con Scott Ian (Anthrax) y Dave Lombardo, saltos entre “The Raging Wrayh of the Easter Bunny Demo” y homenajes para Slayer en “Hell Awaits” y Violeta Parra en “Gracias a la vida” lo invitó a Green que “Territory” se la sabe mejor que ninguno para redondear de una buena vez un círculo incompleto de más temprano, el que van a cerrar los fieles en el Movistar Arena la noche del lunes.

Fotografía: @LukasCruzat | Sepultura | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Dos números que aparecían a la sombra de sus compañeros de cartel pero se las arreglaron para salir como triunfadores desde Macul son Trivium y Judas Priest, los primeros retornando al territorio después de una década para enfocarse en no dejar espacios de su ascendente carrera -y del metal en tono progresivo- sin explorar. Así, dibujaron un listado convincente de casi una hora de guitarras con “The Sin and the Sentence” entre los caminos melódicos y “Pull Harder on the Strings of Your Martyr” en la elaboración más punzante y la cancha vuelta un oleaje.

Fotografía: @LukasCruzat | Trivium | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

En el caso de Judas, su vuelta después del Santiago Gets Louder 2018 los encontró -era que no- todavía más maduros, en medio del “50 Heavy Metal Years” por concentrarse activos ¡desde 1969! con el vibrato de Rob Halford (que entró con bastón) completamente intacto, como si el tiempo del “Metal God” pasara más lento que “Hell Bent for Leather” o “Devil’s Child” y el cúmulo de éxitos del “Screaming for Vengeance”, uno que alcanza las 4 décadas pero se mantiene inmortalizado. Aquí fue la espectacularidad la que llevó la bandera de Birmingham: una moto sobre la tarima, glam para regalar y recursos de sobra para deslumbrar y convencer a entendidos y extemporáneos al frente de leyendas.

Fotografía: @LukasCruzat | Judas Priest | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

El éxito seguro inglés, aunque de Sheffield, Bring Me the Horizon no se iba a hacer esperar y con un computarizado concierto guiado por voces digitales y la primera parte del proyecto “Post Human” -el SURVIVAL HORROR- la media tarde del domingo se sintió grata y metalcore aunque con un dejo electrónico y otro más industrial. Así, pasaron “Dear Diary,”, “Obey”, “Parasite Eve”, “Teardrops” y “Kingslayer” como rolitas para valorar el gutural, revolear los riffs y aplastarlo al calor mientras Oliver Sykes pedía con insistencia que los moshpits se multiplicaran por mil.

Fotografía: @LukasCruzat | Bring Me The Horizon | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Guardando energías para la versión XL de su propuesta en el sideshow del Caupolicán, el vocalista -que cantó el final de “Drown” encima de la mesa de sonido- aseguró que el concierto era irrepetible, de una sola vez en la vida. Y cómo no si desde “Can You Feel My Heart” rindió a los asistentes y tiró por lo alto un cúmulo de momentos, que se imponen a la lógica y pueden ser independientes entre sí. “Shadow Moses” vaya que sonó potente, “MANTRA” el representante de un olvidado “amo” y entre “Happy Song” -al inicio- y “Throne” de cierre el “That’s the Spirit” recibió el lugar que se ganó desde que el rock pudo ser electrónico en la carrera de BMTH, que a punto de los 20 años se encuentra en un desarrollo que no se puede permitir retrocesos. Novedosos para el 50%, en los corazones de la mitad restante, Oli y sus amigos y el respetable fueron uno solo.

Fotografía: @LukasCruzat | Bring Me The Horizon | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

En el final del calor (sofocante) Pantera campeonó y si no vendió más tickets que Corey y elenco, estuvo allí. Sometidos los asistentes a, principalmente, las mejores piezas del “Vulgar Display of Power” y el “Far Beyond Driven”, el par de álbumes de las leyendas que Rex Brown y Phil Anselmo usaron como base para, junto con el virtuosismo y figura del día Zakk Wylde junto a sus solos, y Charlie Benante en la batería, ofrecer el concierto más potente del día, al que en todo caso entraron con ganas de comerse al mundo con los hits de la mayor fuerza (“A New Level”, “Mouth for War” y “Strength Beyond Strength”), pasaron por un bloque calmado en “I’m Broken”, “5 Minutes Alone” y “This Love” para cerrar otra vez arriba en “Walk” y una determinante “Cowboys From Hell” ideal para entregarse por enteros y hasta la gota final. ¿El mejor recital de metal en mucho tiempo? Sin espacio a duda.

Fotografía: @LukasCruzat | Pantera | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Fotografía: @LukasCruzat | Pantera | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Y Slipknot, el pago de una deuda con no solo una, sino dos o más generaciones. Prometieron volver, ni pisó el inglés al intervenir con los suyos Corey Taylor, mismo que se empapó completamente con un grupo de gente al que hizo llamar su “familia”. El ‘clan’ de la banda tan esperada, en Chile, el último rincón de América que vibra por las bestias de Des Moines que sugieren una ópera de terror menos agresiva que en sus primeras versiones, pero todavía arrolladora desde una voz intacta del frontman y un equipo realmente grande en sus costados.

Fotografía: @LukasCruzat | Slipknot | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Con groove, nü metal, requerimientos alternativos y una percusión frenética, apenas la nueva “The Dying Song (Time to Sing)” pudo afirmarse en un setlist de clásicos que el colectivo respaldó tal como en sus visitas anteriores de 2005 y 2015, otra disculpa constante de un Taylor que considera a los suyos como un número de ‘metal metal’, el estilo que abraza a un país que lo acoge con aún más cariño. “Disasterpiece”, la ganadora del Grammy “Before I Forget”, “Unsainted”, “Psychosocial”, “Duality”, “Spit It Out”, “People = Shit” y “Surfacing” entre la emotividad de la despedida edificaron una noche de mucho fan service y poco espacio para cuentos o la experimentación.

Fotografía: @LukasCruzat | Slipknot | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Fotografía: @LukasCruzat | Slipknot | Estadio Monumental, Chile | 11.12.22 | All AccessCL

Es que Slipknot es lo que es por su inconfundible talento pero sobre todo por aquellos que se entregan al proyecto en el respaldo absoluto. Incluso esos que desde Pantera tiraban llamaradas por la boca. Se expresó la también voz de Stone Sour, cuando su cara no está por detrás de la máscara #8: “Estaremos aquí siempre para ustedes. Porque ustedes siempre han estado allí”. De eso se trata la música, acompañamiento y perpetuidad.