Journey: Una noche épica de nostalgia y rock
- Lukas Cruzat V.
- 18 sept 2024
- 3 Min. de lectura

Por Matias Arteaga | Miercoles 18 de septiembre 2024
Fotografías Aleste y Deep Purple: @lukascruzat
Fotografías Journey: Producción The Fanlab
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Con una carrera que se extiende por más de 50 años, Journey es una de las bandas más icónicas del rock estadounidense, conocida por su estilo característico de rock melódico y éxitos atemporales como "Don't Stop Believin'" y "Faithfully". Desde la incorporación del vocalista filipino Arnel Pineda en 2007, quien debutó con la banda en el Festival de Viña del Mar, la banda ha experimentado una revitalización que ha resonado profundamente con el público chileno. Este último show en Chile no solo reafirma su conexión con el país, sino también el incansable legado de una banda que sigue emocionando a generaciones de fans. Los encargados de abrir esta gran velada fueron los legendarios Deep Purple, quienes también comparten una estrecha relación con el público chileno, así como la banda nacional Aleste, que fue el perfecto calentamiento para esta noche inolvidable.

La jornada prometía ser extensa, pero desde el principio se sintió el ambiente de anticipación y emoción. A las 18:00 en punto, Aleste tomó el escenario. Rodrigo Espinoza (voz), Alfredo Alonso (guitarra y coros), Ricardo Viancos (bajo), Lito Zerené (batería), Juan Pablo "JP" Nieto (teclados) y Claudia Barros (coros) ofrecieron un sólido set de más de 30 minutos, deleitando a un público que ya comenzaba a llenar el estadio. A pesar de algunos pequeños problemas de sonido al inicio, la banda se recuperó rápidamente y logró conectar con la audiencia, especialmente con su interpretación del cover de Kiss, "Sure Know Something", y su mayor éxito, "Hay un límite", que fue coreado por todo el público. Fue una presentación breve, pero efectiva, que preparó el terreno para lo que vendría.

A las 19:00, comenzó la magia de Deep Purple con la introducción de "Mars, the Bringer of War" de Gustav Holst. El escenario se iluminó con los primeros acordes de "Highway Star", y el legendario Ian Gillan se unió a la banda, desatando una ola de euforia entre el público. La formación actual, compuesta por Simon McBride (guitarra), Don Airey (teclados), Roger Glover (bajo) y Ian Paice (batería), ofreció un espectáculo impecable durante 90 minutos. Los clásicos como "A Bit on the Side", "Into the Fire" y "Uncommon Man" resonaron con fuerza, dedicando esta última al fallecido Jon Lord, en un emotivo tributo. Airey se robó el show con un solo de teclado que incluyó un homenaje a Chile, tocando "Gracias a la vida" de Violeta Parra, lo que provocó una ovación generalizada. La noche concluyó con los infaltables "Smoke on the Water", "Hush" y "Black Night", dejando a todos con ganas de más.



Finalmente, el plato fuerte de la noche llegó con Journey, quienes después de 10 años regresaban a Chile para celebrar su 50 aniversario. La banda abrió con "Only The Young", y desde el principio fue evidente que el sonido necesitaba unos ajustes. Sin embargo, Neal Schon rápidamente tomó el control, interactuando con el público y pidiendo al técnico de sonido que subiera el volumen de su guitarra, lo que provocó risas y aplausos. El concierto continuó con una serie de éxitos como "Be Good To Yourself" y "Stone in Love", donde los nuevos miembros Todd Jensen (bajo y coros) y Jason Derlatka (teclados y coros) demostraron estar perfectamente integrados.

Uno de los momentos más emocionantes de la noche fue "Lights", donde Deen Castronovo, además de tocar la batería, mostró su impresionante capacidad vocal. Castronovo ha demostrado ser una pieza clave en la banda, no solo por su talento con la batería, sino también por su habilidad para cantar en temas como "Escape" y "Ask The Lonely", permitiendo a Arnel Pineda tomar un merecido descanso.
Hablando de Arnel, el carismático vocalista estuvo en su mejor forma, moviéndose con energía por el escenario, conectando con los fans, y luciendo banderas chilenas y filipinas que le entregaban desde la primera fila. Con 17 años en la banda, Arnel sigue impresionando con su rango vocal y resistencia física.

La noche alcanzó su punto culminante con una versión épica de "Faithfully", precedida por un emotivo discurso de Jonathan Cain, quien recordó la importancia de los sacrificios que hacemos en la vida para alcanzar nuestros sueños. Otros momentos memorables incluyeron el debut en vivo de "Still They Ride" y el "deep cut" "Girl Can’t Help It", interpretado por Jason Derlatka.

El show llegó a su fin con una ráfaga de éxitos: "Wheel in the Sky", "Separate Ways (World’s Apart)", "Don’t Stop Believin’" y "Any Way You Want It", cerrando una noche bajo la luna llena que dejó al público extasiado. Journey sigue demostrando que su legado en el rock está más vivo que nunca, y con 50 años de historia, parecen tener aún mucha carretera por delante.