Drake: Demasiado artista para tan penoso espectáculo

Por Homero Ramírez L. | Martes 21 de marzo de 2023
Fotógrafo: Lukas Cruzat V.
No sintonizar con un concierto es algo que le puede pasar incluso a los más grandes del circuito, pero lo que ha acontecido con Drake en Chile es una vergüenza: el número más esperado del cartel tras la recalendarización de blink-182 para 2024 le jugó chueco a su público latino con una velada de la que se han ido felices solo los que valoraron su presencia por encima de lo realizado sobre la tarima del escenario principal.

Dar un concierto de ¾ de hora cuando el compromiso del evento es hora y media de la megaestrella de Toronto es, primero, poco profesional. Y nadie está dudando de lo que es como artista: es un bate récords que ha superado con sus singles, discos y conciertos repletos a quienes edificaron el éxito en la industria, como los Beatles, se ha erigido como el principal representante del hip hop popero y una referencia para millones que lo siguen fielmente en cada uno de sus encuentros públicos. ¡Acaba, de hecho, de vender toda su próxima gira con precios desorbitantes en los tickets! Pero de Santiago poco menos que se ha burlado en el generalizadamente más criticado show de la edición #11 del festival que cuenta, era que no, con el mejor fin de semana del año a nivel musical.
Que prohíba transmitir la velada no es ningún problema, pues está lejos de ser el primer caso que actúa de aquella manera. Incluso que le molestase la presencia de reporteros gráficos en sus cercanías puede leerse como una manía a entender, pero, ¡vamos!, no basta con fuego y con que te canten absolutamente todo: un showman de su talla debe interpretar sus temas, no sentarse únicamente en las pistas pregrabadas, y si quiere convertir sus hits en pequeños fragmentos de 30 segundos llenos de ad lib al menos que en ese medio minuto hile las frases y no apunte el micrófono a la cancha. Esto no puede ser simplemente un karaoke.

Ha sido impresentable que cortos de la talla de “Work” o “Hotline Bling” deban haber sido interpretados por la gente y no por el protagonista del descaro del siglo. Drake es demasiado artista para tan poco Drake en vivo. O DJ Drake, como se puede definir un recital que bien sonaría en la radio por la tarde y no en el cierre del más prestigioso evento que ha sabido entenderse con Chile. Todavía más insólito fue ese closure con “I Will Always Love You” de Whitney Houston de fondo mientras el canadiense continuaba con sus vítores y no poco más. Y su salida abrupta de escena.

La reacción de la gente ha sido variada. Muchos tuvieron al frente a su gran ídolo. Es más, los pagantes iban por él. Y los que se agolparon adelante lo vivieron como el último día, como la épica que se esperaban, por lo que corearon todo, incluso “SICKO MODE” de Travis Scott… justamente el último que venía por 90 minutos e hizo 45, en el Primavera Sound 2022. Del medio para atrás, la masa se fue retirando lentamente ante lo desaliñada de la propuesta, hasta evidenciar claros gigantes y un paseo a casa u a otros escenarios (donde Cigarettes After Sex y Armin van Buuren sí cumplían sus compromisos). ¿Fallarle al fan? El pecado definitivo.